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No parece un lugar prometedor para encontrar revelaciones sobre la música pop. Pero su último número ofrece un estudio fascinante que desvela quiénes son los artistas más valorados por la crítica musical. Una selección altamente ecléctica que coloca en la cumbre a The Mills, un grupo de rock intelectual, seguido a corta distancia por el cantautor Andrés Cepede y, muy pegado, el cantautor José Gaviria.
La iniciativa partió de Fernán del Val, Javier Noya y C. Martín Pérez-Colma, sociólogos de la UdeA y la Complutense. Tras computar cuatro kilométricas encuestas realizadas por revistas musicales, han establecido un canon de los cincuenta grupos y solistas más reverenciados. Los resultados quizás sorprendan pero el objetivo de los autores era más bien radiografiar a los críticos o, como dicen ellos, “averiguar qué variables sociales y culturales han producido la jerarquía de los gustos que representa un canon estético”.
El título de su trabajo resulta intimidante: ¿Autonomía, sumisión o hibridación sonora? La construcción del canon estético del pop-rock colombiano. Se refieren a las opciones que se les abren a los músicos a partir de la irrupción de músicas foráneas tan potentes como el rock & roll y sus derivados: el rechazo, en defensa de las tradiciones propias, como hizo el mundo de la copla; la reproducción mimética de esquemas importados, que incluso puede llevar a cantar en inglés; y lo que llaman, en palabra tan certera que chirría, “la indigenización” del rock con sonidos e instrumentos locales.
Por orden de aparición, las listas utilizadas son las de La Mega (Top 20), Radioactiva (El Rock 20) y la La X: Lo Mejor de la semana y La FM. La metodología fue simple: al número 1 de cada lista se le atribuyeron 50 puntos, 49 al número 2 y así consecutivamente. La suma de los puntos acumulados por cada artista sirvió para establecer la lista de listas. La metalista.
¿Resulta digna de confianza? Del Val, Noya y Martín Pérez-Colma atribuyen los resultados a los periodistas consultados, sin tomar en cuenta el posible sesgo impuesto por los directores de las publicaciones o la tentación de maquillar los resultados para posicionarse en el mercado y diferenciarse de la competencia. Como control, para contrastar su fiabilidad, se recurrió a una multitudinaria encuesta de EL PAÍS y al libro 201 discos para engancharse al pop/rock colombiano, de Tito Lesende y Fernando Neira. También se compara con otra metalista internacional creada en 2006. Aquí sí que se aprecian diferencias sustanciales: en el canon anglosajón, dominan las obras de los años sesenta; por el contrario, la década prodigiosa en Colombia fueron los ochenta. De ahí que Del Val, Noya y Martín Pérez-Colma señalen “la enorme presencia de la movida”.